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10 Promesas que necesitamos hacernos a nosotros mismos
- “Prometo aceptar mis fortalezas y mis debilidades”. Para tener autoestima, primero necesitas ser consciente de lo mucho que vales. Ten confianza. No desperdicies tu tiempo comparándote con los demás o deseando ser algo que no eres. Todo el mundo tiene sus fortalezas y sus debilidades, ya que todos hemos dedicado más tiempo a una actividad que a otra. Sólo podrás tener éxito y ser totalmente feliz, cuando aceptes quién eres en realidad.
- “Prometo hablar a los demás de forma amable y consciente”. Antes de abrir la boca, abre la mente. No mezcles mal humor con malas palabras. Relájate y controla tus emociones. Tendrás muchas oportunidades para cambiar tu humor, pero muy pocas para retirar las palabras has dicho.
- “Prometo hablarme a mí mismo de forma amable y consciente”. Espera… ¿qué acabas de decirte a ti mismo? ¿Son las mismas palabras inspiradoras y reconfortantes que le dirías a un amigo? ¿O son palabras despectivas que le dirías a tu enemigo si no tuvieras corazón? Nuestra voz interior nos habla durante todo el día, y una parte de nosotros mismos se cree cada palabra que dice. Ten siempre presente esta pregunta: ¿Si yo tuviera un amigo que me hablara como yo me estoy hablando en este momento, dejaría que siguiera siendo mi amigo?
- “Prometo dejar de intentar controlarlo todo”. Siento tener que decirte esto, pero no puedes controlarlo todo en la vida, no importa cuanto lo intentes. Afortunadamente, no tienes que hacerlo para poder encontrar la paz y la felicidad. La felicidad vive en tu interior. Prueba a relajarte, soltar las manos de vez en cuando y dejar que pase lo que tenga que pasar. Ya has hecho todo lo que podías hacer, no sirve de nada agobiarse más de lo necesario.
- “Prometo apreciar la belleza de los pequeños momentos”. Las mentes positivas viven vidas positivas. Siempre, siempre hay algo por lo que estar agradecido o por lo que sonreír. Las personas más felices no son aquellas que consiguen todo lo que quieren. Son aquellas que, mientras persiguen sus metas, se paran a saborear la dulzura y la belleza de cada día.
- “Prometo hacer lo que yo creo que es correcto”. Aquello que es fácil no siempre es duradero, y aquello que es duradero no siempre es fácil. Así que, haz las cosas que consideres correctas, no las que sean fáciles. No importa cuantos obstáculos te encuentres, o cuantas batallas tengas que luchar, siempre tienes elección. Al final, las elecciones que haces son las que definen quien eres. Y no importa lo que ocurra, siempre puedes elegir hacer lo que tu consideres correcto.
- “Prometo crecer gracias a mis nuevos retos”. Puede que te hayan pasado cosas que te han cambiado o que te han hecho despertar, pero siempre debes elegir que esas cosas te hagan crecer como persona. No dejes que te derrumben. Repite conmigo: “Estoy decidido a vivir una vida feliz, no importa los retos que tenga que enfrentar. ¡Voy a convertir todos mis fracasos en éxitos, y voy a convertir toda mi furia en pasión!”
- “Prometo conocer y usar mi poder”. El momento en el que pienses que no tienes ningún poder, será el momento en el que renuncies a él. En un mundo lleno de dudas, tú debes atreverte de soñar. En un mundo lleno de ira, tú debes atreverte a perdonar. En un mundo lleno de odio, tú debes atreverte a amar. En un mundo lleno de desconfianza, tú debes atreverte a creer. Y una vez que lo hagas, encontrarás ese poder que una vez pensaste que no tenías.
- “Prometo seguir el camino que mi corazón desee tomar”. La vida es demasiado corta para vivir con remordimientos. Así que, abraza aquello que te haga sonreír, aléjate de aquello que te haga llorar, y confía en que todo ocurre por una razón. Sigue el camino que tu corazón te diga, ahora es tu momento para brillar. Si tienes una oportunidad, cógela. Si tu vida cambia, deja que lo haga. Estás muy lejos de lo que una vez fuiste, pero aún te falta mucho camino para convertirte en todo aquello que vas a ser.
- “Prometo divertirme mientras intento cumplir mis sueños”. Hay personas que buscan frenéticamente el éxito, y tienen una imagen muy concreta de cómo tiene que ser. Es como si su ser al completo dependiera de si consiguen llegar a la cima o no. Sus objetivos y rutinas son tan estrictos que lo repiten día tras día sin darse tiempo a respirar. Y aunque es verdad que la disciplina es importante, piensa en cómo podrías mejorar si ampliaras tu visión de las cosas. Disfruta de todo aquello que hagas cada día, hay tiempo para todo en tu camino hacia el éxito. A poner en práctica la fidelidad a uno mismo, ¿te gusto el articulo? compártelo Fuente: blogdepsicologia.
